Artistas

Biografía

El artista Cédric Dasesson vive en Cagliari (Italia). Empiezo la fotografía y al arte contemporáneo después de estudios en arquitectura.

Trabaja dos conceptos de fotografía, dos campos de búsqueda distintos

El primer campo está orientado hacia la arquitectura, redefine la percepción actual que tiene como objetivo de negar el espacio en su globalidad. Intenta aislar elementos urbanos y naturales de nuestro entorno. El uso de líneas esenciales muestra la profundidad del punto de vista enfocándose en la materia, la luz y el color y permite transmitir la búsqueda de la paz interior.

El segundo concepto fotográfico está constituido de una jerarquía de personajes divinos. Bajo la forma de fuerzas superiores y de los aspectos humanos de la sociedad mitológica, Dasesson exprime una vida sometida a un destino fuerte y determinado, tal y como una pintura renacentista.

En el campo del arte contemporáneo, el artista sardo busca la fluidez naturaleza. Usa finas capas de plástico para crear fácilmente lugares sonoros dónde dejar ir su imaginación a una nueva naturaleza que no existe. Esta instalación llamada Plastic Shores le inmersa en una naturaleza artificial, a la orilla del mar, gracias al sonido del viento en las hojas de plástico.

“Es cuestión de sensaciones, entre el sueño y la imaginación, entre la transparencia y el éter, que constituyen nuestra percepción contemporánea negando el espacio en su globalidad. Es un espacio compuesto por elementos urbanos, envuelto en la respiración de la naturaleza. Un grupo de gente para su movimiento y busca una escapatoria: el mar. Quito las rocas, elementos estáticos por definición, y los reimprimo en un instante. Se vuelven el corolario objetivo de la identidad humana, un espejo en el que el individuo descubre su reflejo.”

Con la cuesta sarda como escena, Cédric Dasesson cuenta los elementos naturales, los aísla y describe su geometría. Usa la técnica de la exposición larga a la luz para que cada elemento del paisaje reciba y retorne la luz bajo todas sus formas, como si el entorno no existiera. Dasesson adopta el blanco y le extrae líneas al infinito, que dan al que mira sus obras un sentimiento de soledad extrema.